Los beneficios de comer carne de cerdo

 en Comida Preparada

La carne de cerdo es una de las más consumidas en nuestra dieta y sin embargo, a su alrededor existen numerosos mitos, que a lo largo del tiempo han hecho que a pesar de ser la gran protagonista de muchas recetas, no haya sido lo suficientemente apreciada en su totalidad.

La realidad es que la carne de cerdo esconde además muchos beneficios para la salud, y es un alimento realmente saludable, pese a lo que en muchos casos se pueda pensar, y por eso queremos hablar sobre la realidad de las bondades de este excelente alimento, desterrando falsos mitos y luchando contra el desconocimiento.

Los beneficios de la carne de cerdo en nuestra alimentación

La carne de cerdo contiene minerales, proteínas y vitaminas. Sus proteínas además tienen un alto valor biológico. Son fuente de minerales esenciales como el potasio, selenio, fósforo, zinc y hierro y aporta vitaminas del grupo B: B1, B3, B6 y B12.

Simplemente con esta primera descripción, ya tenemos aliciente suficiente para redescubrir este alimento, y si además pensamos en un buen magro con tomate, un buen montadito de jamón, unos solimillitos con pimienta o un arroz con carne de cerdo, insalivamos inevitablemente.

Además de ello, la carne de cerdo, de forma objetiva, tiene numerosos beneficios para la salud, ya que fortalece la salud de los huesos y aporta vitalidad: especialmente durante la infancia la carne de cerdo aporta proteínas necesarias para el correcto desarrollo de los huesos. Otro de los beneficios para la salud de comer cerdo es que contiene un alto contenido de colágeno muy es útil en la salud de la piel.

Facilita la digestión y ayuda al funcionamiento normal del sistema inmune; contribuye al mantenimiento adecuado de la salud bucal y en el embarazo y la lactancia la carne de cerdo es idónea para ayudar a cubrir las necesidades nutricionales por su contenido en proteínas, minerales y vitaminas.

Es un alimento que regula la actividad hormonal gracias a su contenido en vitamina B6, una vitamina indispensable también para el cerebro, y que no se encuentra en demasiados alimentos, y ayuda a mantener la masa muscular; ayudando a disminuir el cansancio y la fatiga de los músculos.

Es perfecta para personas con obesidad ya que aumenta la sensación de saciedad, y como diremos a continuación, su contenido en grasa no es lo que pensamos. Aporta vitalidad ya que contiene altas dosis de tiamina, necesaria para poder asimilar los hidratos de carbono en el organismo.

Cuida nuestro sistema inmunológico y previene el agotamiento, promoviendo además el calcio con lo que cuida la salud de nuestros huesos y previene la osteoporosis, además, contiene fósforo y hierro que evita la anemia y ayuda a la producción de eritrocitos, lo que sirve para curar más rápidamente las heridas, y por su calidad proteínica es ideal para deportistas.

Es una carne que puede aportar bastante grasa, pero las grasas que aporta son en gran medida monoinsaturadas y por ello, muy similar a las del aceite de oliva, es decir, cardiosaludables pero siempre, como cualquier otro alimento, consumido de una forma moderada.

En este sentido, como cualquier alimento animal, el cerdo contiene grasa saturada y colesterol, pero sin embargo, se ha descubierto que, del total de grasa, es mayor la proporción de grasa monoinsaturada o grasa buena, que reduce el colesterol.

Nuestro consejo por eso es utilizar siempre que se pueda el cerdo en forma de carne magra, chuletas o filetes, lomo, solomillo y si es fiambre que sea jamón serrano o york, lacón, lomo embuchado, y alimentos poco procesados y con menor cantidad grasa.

La carne de cerdo es una opción altamente saludable, pero como siempre, la clave para que sea un buen alimento está en elegir una buena carne, de calidad y fresca, y cocinarla de forma sana sin agregado de grasas; convirtiendo cualquier plato que la contenga en un alimento nutritivo y muy equilibrado en su composición.

Vamos a centrarnos en diversas propiedades según el tipo de carne de cerdo: la chuleta tiene un alto contenido en niacina (vitamina B3). Esta vitamina contribuye al metabolismo energético normal.

El lomo es fuente de zinc y tiene alto contenido de selenio. Ambos contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunitario y a la protección de las células frente al daño oxidativo. También es rico en tiamina (vitamina B1) y fuente de vitamina B6, las cuales contribuyen al funcionamiento normal del sistema nervioso.

También el lomo es rico en tiamina que contribuye al funcionamiento normal del corazón y es fuente de potasio que contribuye al mantenimiento de la tensión arterial normal. Además, la vitamina B6 ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga.

La paletilla es fuente de fósforo, mineral que contribuye al mantenimiento de los huesos y dientes en condiciones normales. El solomillo es rico en proteínas que contribuyen a que aumente y a conservar la masa muscular y, además, es fuente de potasio que contribuye al funcionamiento normal de los músculos.

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda el consumo de carne o derivados entre 2-4 veces por semana, priorizando las carnes magras y no más de 2 raciones por semana de carne roja; pero hemos de tener en cuenta que la carne del cerdo no siempre es roja, pues su clasificación cambia según la edad del animal, la alimentación que haya recibido y la pieza en concreto.

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